Para cocinar la pasta, pon a hervir unos 4 litros de agua a fuego alto en la olla. Añadir la pasta y una cucharada de sal. Cocine hasta que la pasta esté al dente, unos 8 minutos. Escurre y reserva.
Cuando la pasta se termine de cocinar, preparar la salsa de queso. Empieza calentando 250 ml de la leche en una cacerola a fuego medio. Bate la leche restante con la harina hasta que no queden grumos.
Cuando comience a hervir la leche, incorpora la mezcla de leche y harina. Continua batiendo suavemente hasta que la leche se espese ligeramente y tenga textura espesa. Demora aproximadamente unos 3 a 4 minutos.
En este punto agrega el queso rallado o en trozos, agregue la sal y mostaza. Remueve hasta que todo el queso se haya derretido y la salsa esté cremosa. Luego, retira del fuego.
Ahora, combina la pasta cocida con la salsa de queso. Revuelva para cubrir la pasta de manera uniforme. Añade la segunda mitad de la salsa y los ingredientes adicionales que deses.
Sirve inmediatamente. Si tienes tiempo, puedes hornear los macarrones con queso para darle una corteza dorada. Vierte la mezcla en una cacerola, cubre con papel de aluminio y cocina a 170°C durante 30 minutos. Retira el papel, agrega pan rallado o queso parmesano y algo de mantequilla y hornea 15 minutos más hasta que dore.