Antes de preparar la masa es necesario hacer el caramelo para recubrir el molde, y darle sabor y color a la torta.
Para ello se coloca una olla (puede ser el mismo molde si es metálico) a fuego medio, una vez caliente se añade un poco de azúcar con una cucharada de agua revolviendo con una cucharada de madera hasta que se disuelva el azúcar. A medida que se vaya disolviendo el azúcar se incorpora más azúcar hasta completar los 300 gramos sugeridos.
Cuando el caramelo está listo (de un color marrón dorado) con consistencia espesa, se distribuye en todo el molde y se deja enfriar.
Lo ideal para preparar esta receta es disponer del pan para tortas desde la noche anterior y remojarlo en leche. Se puede acelerar el proceso desmenuzando el pan y remojando 20 minutos en leche tibia.
Una vez transcurrido el tiempo, tomamos otro recipiente y añadimos los 6 huevos con 250 gr. de azúcar. Batimos hasta integrarlos y agregamos la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Continuamos batiendo hasta conseguir una mezcla homogénea. Al final se integra el pan remojado en leche y se integra bien.
Cuando el caramelo de la budinera esté duro al tocarlo, se puede agregar la mezcla de torta, dejando al menos unos 2 cm de espacio antes del borde. Se tapa con papel de aluminio y se lleva a baño de María durante unos 50 minutos.
Si lo prefieres puedes verificar unos 5 minutos antes para comprobar si está listo. Cuando se introduzca un palillo en el centro y salga completamente seco es momento de retirar del fuego. Es necesario dejar enfriar al menos 2 horas antes de servir.
Puedes acompañarlo con crema batida, chantilly, mermelada o simplemente servirlo solo como merienda o postre.