Coloca una rejilla en el tercio superior del horno y precalienta el horno a 165°C. Rocía un molde para hornear donas con aceite en aerosol antiadherente y reserva.
En un tazón mediano, mezcla la harina, el cacao en polvo, bicarbonato de sodio, la sal y el azúcar moreno.
En un tazón pequeño, mezcla el suero de leche, el huevo, la mantequilla derretida, y el extracto de vainilla hasta que se mezclen bien.
Vierte los ingredientes líquidos en los ingredientes secos e intégralos hasta que todos los ingredientes estén bien combinados. Raspa el fondo de la taza para asegurarte que no quedan rastros de harina sin mezclar.
Usa una cuchara pequeña para colocar porciones de masa en el molde. Recuerda llenar solo el tercio de la capacidad de cada unidad. Hornea durante 11 a 13 minutos o hasta que un palillo insertado en uno de los anillos salga limpio. Retira del horno y deja reposar durante cinco minutos antes de desmoldar.
Permitir que las donas se enfríen completamente antes de decorar. (En breve sabrás como hacer donas glaseadas)
Repite el proceso de cocción hasta que termines con toda la masa. Dependerá del tamaño del molde y su capacidad.
Para la receta de glaseado, toma un tazón mediano y mezcla el azúcar en polvo, cacao en polvo y la sal. Añade 2 cucharadas de leche y el extracto de vainilla. Bate para combinar. Si la mezcla te queda muy espesa, añade leche, una cucharada a la vez, hasta que obtengas la consistencia deseada.
Cuando las rosquillas estén frías, sumerge una cara en el glaseado, sacude el exceso de glaseado y voltea sobre una rejilla y espolvorea con chispas de colores o lluvia de chocolate. Deja reposar unos minutos para que el glaseado se endurezca un poco.